Uno de los temas con más relevancia de la agenda internacional actualmente es el cambio climático y la lucha medioambiental para poder hacerlo frente. Por eso, en el siguiente ensayo se realizará un análisis de las políticas y estrategias llevadas a cabo por China y Estados Unidos a lo largo de la historia, pues son dos potencias que tienen un papel crucial en las negociaciones internacionales y sus políticas tienen un importante impacto para dirigir las estrategias globales relativas a la reducción de la emisión de gases y a la sostenibilidad.
Tanto China como EEUU se sitúan en los primeros lugares como emisores de gases de efecto invernadero, por eso su acción y participación es fundamental. El concepto de cambio climático comenzó a ganar reconocimiento internacionalmente alrededor de 1970, siendo la Conferencia de Estocolmo (1972) un importante punto de inflexión en las negociaciones ambientales, aunque ninguno de los dos países participarían en ella.
China entre los años 1970 y 1980 se centró principalmente en el desarrollo económico del país dejando de lado los problemas medioambientales, su preocupación no llegaría hasta finales de los 80 y principios de los 90, puesto que por entonces se consideraba que eran únicamente los países desarrollados los que debían de llevar a cabo las políticas y estrategias de esta índole. Por su parte, Estados Unidos, a pesar de no participar en ella por esos años, sí que asumía cierta responsabilidad con el tema, pero por el contexto de guerra fría y disparidad de intereses no se implicaría en el acuerdo de 1972, sino que seguiría desarrollando dentro de su marco legal nacional disposiciones como la Ley de Aire Limpio (1970) y la Ley de Agua Limpia (1948), esta última ampliada en 1972 y con enmiendas en 1977.
En las décadas siguientes, se produjo cierto cambio de perspectiva y más conciencia colectiva sobre la necesidad de tomar medidas, con lo cual, se celebraron importantes conferencias internacionales sobre el clima. La más destacable fue la Conferencia de Río de 1992, en ella, ambas potencias estuvieron inmersas y dio lugar a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Estados Unidos fue uno de los países fundadores y desempeño un papel muy activo, ambos defendieron los principios de equidad y responsabilidad, aunque China incidió nuevamente en la idea de que los países emergentes debían tener más tiempo para adaptarse y poder implementar las medidas.
Como consecuencia de este acuerdo, surge en 1997 el Protocolo de Kyoto para la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero en el que tanto China como EEUU tuvieron un papel muy relevante. Por un lado, los norteamericanos firman, pero no ratifican el acuerdo debido a la oposición política durante el gobierno de Clinton, y más tarde en 2001 el gobierno de Bush anunciaría su retirada formal. Por su parte, China al considerárseles como un país en vías de desarrollo no tuvieron obligaciones formales pero sí que participaron activamente de acuerdo a las premisas del protocolo.
Seguidamente, China se convierte en 2006 en el país con mayores niveles de emisiones de carbono a la atmósfera. Y durante este milenio es necesario destacar el acuerdo bilateral entre ambos países en 2014 que se da en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín, la sede del legislativo chino, entre Barak Obama y Xi Jinping. Por entonces solo ambas naciones suponían un 45% de las emisiones de los gases mundiales, con lo cual en ese acuerdo China se comprometía a que sus emisiones alcanzarían su punto máximo en 2030 para comenzar a reducirse, y por su parte, el gobierno de Obama acordaba llevar políticas que redujesen las emisiones entre el 26 y 28% para 2025, en comparación con 2005.
Un año más tarde llegaría el Acuerdo de París, un tratado internacional jurídicamente vinculante que tenía como fin limitar el calentamiento global por debajo de los 2 (1,5 preferiblemente) grados y contribuciones nacionalmente determinadas donde los países reflejasen su compromiso con el clima. En este caso, China reiteró lo acordado el año anterior y añadió tener un 20% de energías no fósiles en su consumo total de energías primarias para 2030. Estados Unidos se mantuvo en su compromiso adoptado en Pekín. Ambos tienen un papel crucial en este acuerdo.
En definitiva, una vez vista la trayectoria de las diferentes estrategias que se han ido adoptando a lo largo de los últimos años y visto el importante papel que tienen dentro de ellas por ser las economías con más peso a nivel mundial y los principales emisores de gases de efecto invernadero, se puede concluir que las decisiones y políticas externas que tomen respecto a ello repercutirán enormemente en el desarrollo global y serán determinantes para el cambio climático, su participación positiva es esencial para la promover la sostenibilidad y la cooperación internacional.
Webgrafía:
Almoguera, P. (2014, November 13). Obama se va de China con el acuerdo con Xi Jinping sobre el clima como logro principal. heraldo.es. https://www.heraldo.es/noticias/internacional/2014/11/12/obama-se-va-de-china-con-el-acuerdo-con-xi-jinping-sobre-el-clima-como-logro-principal-229025.html
Veinte años de Desafíos. (2020). Desafíos. https://revistas.urosario.edu.co/index.php/desafios/article/view/7682/7748
France 24 (2021, November 11). COP26: Estados Unidos y China acuerdan cooperar para frenar la emergencia climática. France24.com https://www.france24.com/es/medio-ambiente/20211110-cop26-eeuu-china-acuerdo-clima
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